Hasta el próximo año


La Virgen de los Dolores y el Discípulo Amado de vuelta a la capilla de Santa Lucía.

Ya ha pasado todo. Los nervios, las impaciencias, los deseos, las alegrías, las penas, las satisfacciones, todo ha pasado ya hasta la próxima Semana Santa. Y parece que nada ha pasado, que todo ha sido un sueño, un agradable sueño en el que todo ha salido a la perfección y que, gracias a Dios, todos volveremos repetir más pronto de lo que parece. Gracias a todos los que habéis hecho que todo esto haya sido posible.