El documento más antiguo del que se tiene referencia en la Hermandad lo constituye unas Constituciones (Reglas) aprobadas el 2 de Enero del año 1773 por el Obispo D. Claudio Sánchez y Torres, como consecuencia de los decretos de aprobación eclesiásticos del año anterior mediante Bula del R.P. Prior General de la Orden de Servitas Fray Francisco Raymundo Adán, de fecha en Roma en el Convento de San Marcelo de 1 de Abril de 1772, lo que acredita que es este 1773 el año fundacional de esta Ilustre Hermandad. Por tanto, es la Cofradía decana de la ciudad. Se fundó bajo la tutela de la Orden Tercera de los Padres Servitas (Siervos de María), que regían la Iglesia de Santiago para dar culto a una imagen de la Virgen de los Dolores donada por el Beneficiado y Presbítero D. Manuel de Bargas, que ya recibía culto con anterioridad en la Parroquia de Santiago Apóstol. Se unió a la Hermandad Sacramental ya existente en la Parroquia, a cuyo Titular el Santísimo Sacramento, se le ha venido dando culto en las Constituciones (Reglas) de la cofradía desde entonces. En el título o denominación de la Hermandad siempre ha figurado en primer lugar el Santísimo Sacramento.
Las antiguas Constituciones (Reglas) de 1772 fueron reformadas en 1829, haciéndose constar en su aprobación por el Obispo D. Antonio Pérez Minayo que eran “iguales a las antiguas sin otra reforma que la respectiva a derechos parroquiales, desde luego debíamos aprobarlas y las aprobamos cuanto ha lugar en derecho, encargando y exhortando a los hermanos que se comporten con arreglo de costumbres y frecuencia de sacramentos y con el celo y devoción debida al Santísimo Sacramento y a la Santísima Virgen en sus Misterios Dolorosos”. Estas Constituciones (Reglas) eran en número de 20, proponían la práctica de actos en obsequio y culto de Jesús Sacramentado y su Madre Dolorosa, conteniendo en la 1ª, "Es constitución que la imagen de Ntra Sra. De los Dolores, que con sus vestidos fue costeada por D. Manuel de Bargas Beneficiado que fue de la misma Parroquia y cedió a esta Hermandad para siempre, ha de estar bien cuidada, con el culto y decencia debida a costa de la misma hermandad."En su 4ª, “Es constitución que esta Hermandad ha de asistir en corporación a los oficios del Jueves y Viernes de la Semana Mayor, recibiendo todos la sagrada comunión en los del Jueves...”En su 6ª, “Es constitución que concluidos los oficios del Jueves Santo han de quedar por obligación dos hermanos y dos hermanas acompañando por turno, de media en media hora hasta la conclusión de los del Viernes, a Jesús Sacramentado, cuya distribución entre todos los hermanos será obligación del Secretario...”En su 7ª “Es constitución que luego que quede expuesto el Santísimo, han de colocarse en el sitio oportuno seis blandones en sus respectivos hacheros, cuyas luces serán de cargo de la Hermandad."En su 9ª “Es constitución que en los nueve días acostumbrados ha de celebrarse la novena de Ntra. Sra. Y en el Viernes septem dolorum misa cantada, con manifiesto sermón y mayor solemnidad posible... " En su 20ª “Es constitución la de citar doce hermanos para que éstos lleven doce hachas que precisamente han de acompañar al Santísimo cuando salga por tráfico para alguno de los hermanos o hermanas, dentro o fuera de la parroquia. (es decir, cuando se les llevara la comunión). " En los actuales Estatutos (Reglas o Constituciones) aprobados el 23 de Septiembre de 1993 por el Sr. Obispo D.Rosendo Alvarez Gastón, se establece en su artículo 1º: La Ilustre Hermandad del Santísimo Sacramento y Nuestra Señora de los Dolores (vulgo Soledad), es una asociación de fieles cristianos conscientes de su pertenencia a la Iglesia Católica, Apostólica y Romana con el fin primigenio de promover el culto público a los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Al Santísimo Sacramento de la Eucaristía, a la Santísima Virgen y a los Santos.En su artículo 3º: Las Sagradas imágenes Titulares de esta Hermandad son la Virgen de los Dolores. Representa la Soledad de la Santísima Virgen María a la vuelta del Sepulcro, transida de dolor por la muerte de su Hijo, Nuestro Señor Jesucristo... San Juan Evangelista.En su artículo 7º: En lo que se refiere a los fines de la Hermandad, se establece como principal e indispensable la promoción del culto público y asiduo al Santísimo Sacramento de la Eucaristía, a los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor, a la Santísima Virgen María como mediadora universal y a los Santos de la Santa Madre Iglesia. Especialmente se deberá de promover el culto público de la Santísima Virgen en su advocación de Nuestra Señora de los Dolores en su Soledad y del Apóstol San Juan Evangelista.
El Sacramento de la Eucaristía es uno de los sacramentos de la Iglesia, que hacen referencia a los momentos y decisiones de la vida de los creyentes y de la comunidad en los que tenemos la presencia viva y llena de gracia de Jesucristo. En el Santísimo Sacramento de la Eucaristía están "contenidos verdadera, real y substancialmente el Cuerpo y la Sangre junto con el alma y la divinidad de nuestro Señor Jesucristo, y, por consiguiente, Cristo entero" (Concilio de Trento). En el culto eucarístico participamos a través de la celebración de la Santa Misa o en la adoración ante el Sagrario. La Eucaristía, la Santa Misa, debe ser para nosotros el centro y cumbre de la vida cristiana. “Es la cumbre a la cual tiende la actividad de la Iglesia y al mismo tiempo, la fuente de donde mana toda su fuerza” (Concilio Vaticano II). La Eucaristía es efectivamente, Jesús que permanece en medio de nosotros de forma verdadera y real, aun cuando ante nosotros aparezca bajo los signos sacramentales del pan y del vino.... La Eucaristía es así el punto privilegiado del encuentro del amor de Cristo hacia nosotros. Puesto que Cristo mismo está presente en el sacramento del Altar es preciso honrarlo con culto de adoración. "La visita al Santísimo Sacramento es una prueba de gratitud, un signo de amor y un deber de adoración hacia Cristo, nuestro Señor". El culto eucarístico fuera de la Misa lo hacemos ante el Sagrario y en la Exposición. Nuestra vida espiritual se tiene que nutrir de la contemplación del Señor en la Eucaristía.
Para los miembros de la Hermandad no es desligable de una parte la celebración de la Santa Misa y el culto eucarístico y de otra la representación de la pasión y muerte del Redentor. Por ello como cristianos debemos participar en la Misa de cada domingo, y como miembros de esta Hermandad especialmente en la que se celebra cada primer sábado de mes en la Parroquia de Santiago como culto establecido en las reglas, así como la oración ante Jesús Sacramentado en el Sagrario y ante el Monumento del Jueves al Viernes Santo.
Las antiguas Constituciones (Reglas) de 1772 fueron reformadas en 1829, haciéndose constar en su aprobación por el Obispo D. Antonio Pérez Minayo que eran “iguales a las antiguas sin otra reforma que la respectiva a derechos parroquiales, desde luego debíamos aprobarlas y las aprobamos cuanto ha lugar en derecho, encargando y exhortando a los hermanos que se comporten con arreglo de costumbres y frecuencia de sacramentos y con el celo y devoción debida al Santísimo Sacramento y a la Santísima Virgen en sus Misterios Dolorosos”. Estas Constituciones (Reglas) eran en número de 20, proponían la práctica de actos en obsequio y culto de Jesús Sacramentado y su Madre Dolorosa, conteniendo en la 1ª, "Es constitución que la imagen de Ntra Sra. De los Dolores, que con sus vestidos fue costeada por D. Manuel de Bargas Beneficiado que fue de la misma Parroquia y cedió a esta Hermandad para siempre, ha de estar bien cuidada, con el culto y decencia debida a costa de la misma hermandad."En su 4ª, “Es constitución que esta Hermandad ha de asistir en corporación a los oficios del Jueves y Viernes de la Semana Mayor, recibiendo todos la sagrada comunión en los del Jueves...”En su 6ª, “Es constitución que concluidos los oficios del Jueves Santo han de quedar por obligación dos hermanos y dos hermanas acompañando por turno, de media en media hora hasta la conclusión de los del Viernes, a Jesús Sacramentado, cuya distribución entre todos los hermanos será obligación del Secretario...”En su 7ª “Es constitución que luego que quede expuesto el Santísimo, han de colocarse en el sitio oportuno seis blandones en sus respectivos hacheros, cuyas luces serán de cargo de la Hermandad."En su 9ª “Es constitución que en los nueve días acostumbrados ha de celebrarse la novena de Ntra. Sra. Y en el Viernes septem dolorum misa cantada, con manifiesto sermón y mayor solemnidad posible... " En su 20ª “Es constitución la de citar doce hermanos para que éstos lleven doce hachas que precisamente han de acompañar al Santísimo cuando salga por tráfico para alguno de los hermanos o hermanas, dentro o fuera de la parroquia. (es decir, cuando se les llevara la comunión). " En los actuales Estatutos (Reglas o Constituciones) aprobados el 23 de Septiembre de 1993 por el Sr. Obispo D.Rosendo Alvarez Gastón, se establece en su artículo 1º: La Ilustre Hermandad del Santísimo Sacramento y Nuestra Señora de los Dolores (vulgo Soledad), es una asociación de fieles cristianos conscientes de su pertenencia a la Iglesia Católica, Apostólica y Romana con el fin primigenio de promover el culto público a los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Al Santísimo Sacramento de la Eucaristía, a la Santísima Virgen y a los Santos.En su artículo 3º: Las Sagradas imágenes Titulares de esta Hermandad son la Virgen de los Dolores. Representa la Soledad de la Santísima Virgen María a la vuelta del Sepulcro, transida de dolor por la muerte de su Hijo, Nuestro Señor Jesucristo... San Juan Evangelista.En su artículo 7º: En lo que se refiere a los fines de la Hermandad, se establece como principal e indispensable la promoción del culto público y asiduo al Santísimo Sacramento de la Eucaristía, a los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor, a la Santísima Virgen María como mediadora universal y a los Santos de la Santa Madre Iglesia. Especialmente se deberá de promover el culto público de la Santísima Virgen en su advocación de Nuestra Señora de los Dolores en su Soledad y del Apóstol San Juan Evangelista.
El Sacramento de la Eucaristía es uno de los sacramentos de la Iglesia, que hacen referencia a los momentos y decisiones de la vida de los creyentes y de la comunidad en los que tenemos la presencia viva y llena de gracia de Jesucristo. En el Santísimo Sacramento de la Eucaristía están "contenidos verdadera, real y substancialmente el Cuerpo y la Sangre junto con el alma y la divinidad de nuestro Señor Jesucristo, y, por consiguiente, Cristo entero" (Concilio de Trento). En el culto eucarístico participamos a través de la celebración de la Santa Misa o en la adoración ante el Sagrario. La Eucaristía, la Santa Misa, debe ser para nosotros el centro y cumbre de la vida cristiana. “Es la cumbre a la cual tiende la actividad de la Iglesia y al mismo tiempo, la fuente de donde mana toda su fuerza” (Concilio Vaticano II). La Eucaristía es efectivamente, Jesús que permanece en medio de nosotros de forma verdadera y real, aun cuando ante nosotros aparezca bajo los signos sacramentales del pan y del vino.... La Eucaristía es así el punto privilegiado del encuentro del amor de Cristo hacia nosotros. Puesto que Cristo mismo está presente en el sacramento del Altar es preciso honrarlo con culto de adoración. "La visita al Santísimo Sacramento es una prueba de gratitud, un signo de amor y un deber de adoración hacia Cristo, nuestro Señor". El culto eucarístico fuera de la Misa lo hacemos ante el Sagrario y en la Exposición. Nuestra vida espiritual se tiene que nutrir de la contemplación del Señor en la Eucaristía.
Para los miembros de la Hermandad no es desligable de una parte la celebración de la Santa Misa y el culto eucarístico y de otra la representación de la pasión y muerte del Redentor. Por ello como cristianos debemos participar en la Misa de cada domingo, y como miembros de esta Hermandad especialmente en la que se celebra cada primer sábado de mes en la Parroquia de Santiago como culto establecido en las reglas, así como la oración ante Jesús Sacramentado en el Sagrario y ante el Monumento del Jueves al Viernes Santo.