Años 50, 60 y parón de los 70

En 1951 se incorpora de nuevo un pequeño paso en el que va una cruz con sudario, rodeada de cuatro faroles y unas hojas de laurel, y en 1946 se había recuperado también a San Juan Evangelista, obra de D. Jesús de Perceval y del Moral, por donación de D. Juan Soriano. 

El nuevo trono de la Señora se encargó asimismo al artista almeriense diez años después, en 1956, y este lo hace en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos, donde se había creado un taller para recuperar imágenes a partir de sus restos. En el año 1961, siendo Hermano Mayor D. José Marín Rosa, regresa la Hermandad a Santiago, donde una vez construido el templo ha levantado Perceval un altar de tala dorada en la capilla de Santa Lucía. Los años sesenta los atraviesa esta Hermandad con pujanza dado el esplendor que alcanza la Semana Santa, pero al final de la década surgen algunas dificultades, con cambio de Hermano Mayor y Junta de Gobierno incluidos, que obligan a situaciones como no sacar el paso de la Cruz desde 1966, desfilar sin penitentes en 1969, no hacerlo en 1977 por obras de restauración de Santiago, y sufrir una fuerte crisis enocómica en 1979.