Temprano tuvimos que salir de Almería, ya que a las 9.30 horas comenzaba en la sede de la Escuela de Artes, justo detrás de la Catedral, la acogida y retirada de acreditaciones por parte de todas las Hermandades asistentes. Nada más llegar a Guadix pudimos observar, aparte de la monumentalidad de esta ciudad, la perfecta organización con la que los hermanos soleanos habían cuidado hasta el más mínimo detalle. Decenas de personas de la organización desfilaban por las calles del centro de la ciudad para guiarnos y saludarnos, haciendo gala de una educación exquisita. Recogimos una bolsa con información sobre el evento y sobre la ciudad de Guadix.
Pudimos visitar la monumental catedral de esta diócesis, en donde cada detalle merece la pena comentar, aunque solamente lo haremos con la magnífica copia de la Piedad de Miguel Ángel que se puede contemplar en la Basílica de San Pedro en el Vaticano.
Desde allí, adentrándonos por el céntrico y tradicional barrio de San Miguel, nos dirigimos a la Iglesia de San Miguel, excepcional templo y sede canónica de la Muy Antigua Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad de Guadix, cofradía anfitriona de este evento. Todos los balcones del barrio estaban engalanados con estandartes con el escudo de la corporación.
Desde allí, adentrándonos por el céntrico y tradicional barrio de San Miguel, nos dirigimos a la Iglesia de San Miguel, excepcional templo y sede canónica de la Muy Antigua Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad de Guadix, cofradía anfitriona de este evento. Todos los balcones del barrio estaban engalanados con estandartes con el escudo de la corporación.
Amén de los increíbles techos que se podían contemplar en esta iglesia, la protagonista absoluta de todo lo que iba a venir de aquí en adelante estaba espléndida en el altar mayor: la Virgen de la Soledad de Guadix. Una vez más, la organización de esta convivencia dejó huella: todas las hermandades asistentes tenían reservados dos asientos preferentes, y en las naves laterales se habían colocado dos grandes pantallas de televisión para seguir sin ningún problema dicho evento.
A las 11.00 horas D. Manuel Amescua Morillas, párroco nacido en Guadix, nos deleito con una conferencia titulada “La Virgen de la Soledad, sus hermandades”, en donde nos instruyó sobre la devoción soleana, la unión y el trabajo que debemos realizar, y la necesidad de seguir la Palabra de Dios en nuestro viaje diario por la vida.
A las 12.00 horas la bienvenida esta vez corrió a cargo de D. José Manuel Peña, presidente de la Coordinadora de Hermandades y Cofradías de la Soledad. Además de darnos su saluda, se fueron nombrando una a una a las hermandades asistentes por lo que cada Hermano Mayor iba depositando un donativo que en su totalidad iba a ir dirigido a Proyecto Hombre de Granada. Cuando concluyó esta recolección de donativos, D. José Manuel Peña anunció que las distintas sedes hasta el año 2011 estaban ya concretadas, siendo las cuatro localidades de la provincia de Sevilla.
En fin, aunque un poquito largo y con una temperatura bastante baja, todo lo organizado estuvo a la altura de una convivencia a nivel nacional. Incluso las instituciones y demás hermandades accitanas apoyaron sin ningún género de dudas este evento.
Terminado esto, nos dirigimos a los salones de la estación autobuses (sin ningún problema ya que habían señalizado toda la ciudad) porque a las 14.15 horas se celebró un acto de convivencia-almuerzo en el que se pasó un acto muy distendido con charlas, corrillos, preguntas, intercambio de estampas y mucha devoción a la Virgen de la Soledad.
Desde la Hermandad de la Soledad de Almería dar nuestra más sincera enhorabuena a nuestros hermanos soleanos de la ciudad de Guadix. ¡Felicidades!