Ayer tarde concluyó el gran reparto de alimentos que ha realizado la hermandad de la Soledad, dentro del programa de distribución de la Unión Europea al que pertenece desde hace ya años.
La hermandad se vuelca en la caridad, uno de sus tres pilares básicos. Por ello, trabaja incansablemente durante todo el año para que se puedan realizar tres repartos anuales entre los más desfavorecidos de la parroquia.
Esta iniciativa surgió de nuestro hermano José Carlos Herrera, auténtico pilar, que ha conseguido involucrar a toda la hermandad e, incluso, a personas del propio cerro de San Cristóbal.
Así pues, nuestro teniente de Hermano Mayor, Luis Criado, y nuestra diputada de Caridad y directora de Cáritas en Santiago Apóstol, María Elvira, se encargan de que todos los beneficiarios entreguen los papeles necesarios para poder obtener dicha ayuda. Después, una vez que están aquí los alimentos, otro grupo de hermanos y devotos, dirigidos por José Carlos Herrera se encargan de recogerlos y transportarlos hasta la casa de hermandad para su posterior distribución, dentro de un control muy estricto y metódico.
Han sido tres días de duro trabajo, pero llenos de satisfacción y de alegría. Repartir dieciséis toneladas de alimentos no es cosa fácil, pero Nuestra Señora de los Dolores nos ha ayudado para poder realizar esta enorme tarea.
La hermandad de la Soledad cada vez está más cerca del cerro de San Cristóbal, cada vez está más con sus vecinos... Y los frutos se van recogiendo. Ojalá este lazo nunca se pierda.
