Velando al Santísimo


Esta pasada Semana Santa la hermandad de la Soledad ha tenido a bien recuperar una de sus tradiciones más antiguas, la de velar al Santísimo la noche del Jueves al Viernes Santo. Así se recogía en las distintas Reglas del siglo XIX y así se había venido haciendo en los años 50 y 60 del pasado siglo XX.

Así pues, terminados los Santos Oficios del Jueves Santo varias parejas de hermanos se fueron turnando para velar a nuestro primer titular, el Santísimo Sacramento del Altar, en un Monumento montado también por la cofradía en la capilla de Santa Lucía. Cada hora se producía el cambio de una pareja de hermanos vestidos con el equipo penitencial (con antifaz, pero sin capirote) que iban a vestir al día siguiente, alumbrando con un cirio encendido.

La vela al Santísimo duró hasta bien entrada la madrugada, esperando que en años posteriores haya suficientes hermanos para poder realizarla hasta la llegada del día. No obstante, por la mañana se volvió a reanudar esta vela hasta que al mediodía se cerró la iglesia.

Es muy importante recuperar estos cultos tradicionales, que constituyen el germen de nuestra cofradía y que, incluso, durante nuestro primer siglo de historia era el culto más importante dentro de nuestra Semana Santa, ya que no se realizaba la procesión del Viernes Santo.