Epifanía del Señor


Jesús, te estoy infinitamente agradecido por el inmenso regalo de la fe: como los magos, yo vi un día tu estrella, la seguí, te encontré y aquí me tienes postrado adorándote como mi Señor y mi Dios. ¿Qué sería de mi vida si ti? Te ofrezco mis pobres dones: el oro de mi oración, el incienso de mi servicio a los hermanos, la mirra de mi amor: con mi pobre amor y el amor.