El Rosario


(Fotografía: Eduardo Vizcaíno)


El Rosario es una oración especial de la Iglesia católica que nos ayuda a entender el misterio de la vida de Cristo al mismo tiempo que le rendimos alabanza por medio de María. Cuando rezamos el Rosario, nuestra oración vocal se une con nuestra oración mental mientras reflexionamos en los eventos especiales, o misterios, en la vida de Jesús y María. Honramos a María compartiendo en la vida de su Hijo su experiencia maternal.

Hace siglos la gente utilizaba contadores de oración tales como piedritas y palillos pequeños con los cuales contaban el número de oraciones que habían recitado.

Los primeros monjes oraban los 150 Salmos y con frecuencia utilizaban cuentas atadas por cuerdas y así podían contar los Salmos que habían proclamado. Con el paso del tiempo, se comenzaron a recitar la Oración del Señor (Padrenuestro) o el Avemaría en lugar de los Salmos.

El Rosario como lo conocemos hoy probablemente comenzó con Santo Domingo de Guzmán. Confesó que la había recibido de la Santísima Virgen, y tal práctica ha evolucionado con el paso de los años. La palabra rosario significa corona de rosas, razón por la cual algunas personas consideran la oración del Rosario como un ramo de rosas o una corona de rosas ofrecida a María.

A lo largo de la historia de nuestra Iglesia los papas han recomendado encarecidamente el rezo del Santo Rosario en familia. Al reflexionar en los misterios de la vida de Cristo, apreciamos más profundamente su amor por nosotros, y compartimos esta certeza y experiencia con nuestros hijos.

Dialoga con tu hijo(a) acerca del Rosario y compártele alguna experiencia. Regálale un Rosario para que lo conserve y ore con él; hazlo de una manera especial de tal forma que le enseñes las partes que contiene y cómo es que se dirige la oración. Si es posible, reúne a tu familia en un lugar especial para rezar el rosario todos juntos. Si hay niños muy pequeños, puedes rezar solo un misterio al día. Otra opción es que leas el pasaje bíblico donde se ubica el misterio sobre el cual reflexionarán; tal lectura puedes leerla de una Biblia para niños o de un libro de historias bíblicas. A los niños más grandes, se les puede motivar a que participen guiando alguno de los misterios, o bien todo el Rosario.

Texto extraído del libro
Una guía de oración para padres
de familia: Oraciones de nuestra fe