Casi, casi


Esta tarde a las 18.00 horas este era el aspecto que ofrecía la capilla de Santa Lucía. Un precioso dosel coronado arriba con unas telas blancas. Tras ella muchas sorpresas. Y unos ángeles dorados que volarán desde la sacristía para sostener las telas del dosel y que los fieles puedan ver a Nuestra Señora de los Dolores preciosa y besar su linda mano.

A esta hora ya está todo listo. Delante de la tela blanca de la foto ya está Ella. Esta noche dormirá en su precioso altar de cultos, fuera de su capilla, vigilante del templo de Santiago, como en alguna de las Leyendas de Bécquer.

Mañana será su día, su fiesta. Y todos desfilaremos despacio, nerviosos, y besaremos su mano y pondremos en su corazón todos nuestros deseos más anhelados.

Ya casi, casi...