Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar


(Fotografía: Guillermo Méndez Sánchez)


Mañana la Iglesia celebra uno de esos tres jueves que relucen más que el sol: el jueves del Corpus Christi.

Tal y como avanzamos, la Hermandad de la Soledad rinde honores a su primer titular y, como cofradía sacramental, escribe bien grande este día en nuestro calendario soleano. A las 20.00 horas celebraremos la Santa Misa en Santiago Apóstol. Terminada, realizaremos un tiempo de Adoración al Santísimo Sacramento del Altar, pasando posteriormente a una procesión claustral con Su Divina Majestad por las capillas del templo.

Todos los hermanos soleanos debemos participar de este importantísimo culto, así que os esperamos con los brazos abiertos.


LA FIESTA DEL CORPUS: SUS INICIOS

Corpus Christi es la fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo, de la presencia del Sacramento en la Eucaristía. En ella recordamos la institución de la Eucaristía, que se llevó a cabo el Jueves Santo, durante la Última Cena al convertir Jesús el pan y el vino en su Cuerpo y en su Sangre.

La fiesta del Corpus nace en el siglo XIII como reacción a las herejías que dudaban de los Sacramentos y de la presencia real de Cristo en la Eucaristía.

La introducción de la fiesta del Corpus Christi se debió principalmente a los esfuerzos de una monja llamada Juliana de Mont Cornillon, en la Diócesis de Lieja, en Bélgica, quien pidió al Obispo de esta ciudad, Roberto de Torotte, instituyera la fiesta en honor del Cuerpo del Señor.

Lieja fue la primera ciudad en celebrar el Corpus, en el año 1246.

EL MILAGRO DE LA SAGRADA FORMA

Cuenta la leyenda que un sacerdote llamado Pedro de Praga dudaba sobre el misterio de la transmutación del Cuerpo y de la Sangre de Cristo. Peregrinó a Roma y apostándose ante la tumba del apóstol san Pedro pidió para que este le aumentara su fe.

De vuelta de Roma pasó en Bólsena y celebrando la Santa Misa en el momento de su Alzamiento la Sagrada Forma comenzó a sudar sangre hasta quedar el Corporal impregnado de ella. oído el acontecimiento por el Papa Urbano IV, pidió que se le enviara el paño y una vez comprobado instituyó la solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Nuestro Señor Jesucristo (dicha reliquia se encuentra custodiada en la Catedral de Orvieto). La fiesta fue aceptada en Cologne en 1306; en Worms la adoptaron en 1315; en Strasburg en 1316. En Inglaterra fue introducida de Bélgica entre 1320 y 1325. En los Estados Unidos y en otros países como el Perú, la solemnidad se celebra después del domingo de la Santísima Trinidad.

El Concilio de Trento declara que muy piados y religiosamente fue introducida en la Iglesia de Dios la costumbre de que todos los años en determinado día festivo, se celebre este excelso y venerable sacramento con singular veneración y solemnidad, y reverente y honoríficamente sea llevado en procesión por las calles y lugares públicos.

La festividad fue confirmada por los Papas Clemente V y Juan XXII, siendo este el que promulgase que una Sagrada Forma fuese paseada con los mayores honores por las calles ofreciendo indulgencias a las personas que en la procesión participaran.

Su consolidación transcurre a finales de la Edad Media y su fecha de celebración es el octavo jueves después del Jueves Santo.

(Boletín publicado en la primavera de 2009
con ocasión de la festividad del Corpus de Sevilla)