(Fotografía de la saya y del manto de capilla tomada durante el pasado Septenario)
Desde hace ya algunos meses, cualquier devoto que haya pasado por la capilla de Santa Lucía habrá podido observar que la Virgen de la Soledad luce en su hornacina un manto completamente negro y se habrá extrañado, quizá, de que no luzca su tradicional manto de capilla, auténtica obra de arte que posee la hermandad.
La razón no es otra que, tras la Semana Santa, este anónimo manto de capilla está siendo restaurado por las sabias manos de César Gómez-Höhr Román, que en el año 2008 restauró también la saya de capilla a juego con este manto.
Además, también se va a proceder a la limpieza del manto de salida de la Virgen de los Dolores, puesto que este 2010 se cumple el 175 aniversario de la donación por parte de la familia Barbarín de este artístico y valioso manto.
A buen seguro, estos trabajos estarán terminados para la festividad de la Virgen, el 15 de septiembre, por lo que todos los hermanos y fieles podrán disfrutar de estos magníficos valores que atesora la cofradía.
