Segundo y último día del reparto de alimentos



Ayer por la tarde se terminó con el reparto de alimentos que ha organizado la Hermandad de la Soledad junto con Cáritas Parroquial de Santiago Apóstol.

Desde las 16.00 hasta las 19.30 horas la calle Tenor Iribarne era un hervidero de gente que se había concentrado para poder recibir un poquito de ayuda para ir tirando un poquito más de tiempo.

Increíble la cantidad de gente, de familias (la mayoría del cerro) que con sumo agradecimiento se acercaban, haciendo unas colas de a veces varias horas para poder tener algo que llevarse a la boca. Incluso mucha gente que no pudo llevarse nada porque no se habían inscrito con anterioridad.

Historias muchas: de enfermedades dentro de la familia, de familias con siete niños que no tienen para comer, de personas como tú y como yo que se han quedado sin trabajo en toda la unidad familiar, etc. Pero lo increíble, lo verdaderamente asombroso es que lo que más se pudo escuchar ayer eran risas, palabras de ánimo y mucho cariño.

Gitanos, payos, árabes, cristianos, españoles y extranjeros todos estuvimos trabajando por lo mismo, por ayudar y por ofrecer alguna esperanza a nuestros vecinos. Gente a la que ves los domingos en los bancos de Santiago escuchando Misa, de las que pasan por la Casa de Hermandad, etc.

El resultado ha sido algo hermoso, totalmente satisfactorio y de esas cosas que te llenan y por las que verdaderamente vale la pena seguir trabajando. Y, sobre todo, de esas cosas que te hacen darte cuenta que hay otras cosas que son minúsculas y por las que no vale la pena ni siquiera gastar un minuto de nuestro tiempo.

Muchas gracias a todos los que han hecho que esto sea posible: a las Siervas por su ayuda, su tiempo y su casa; a José Antonio Ayala y a su cuñado Juan de Construcciones José Antonio Ayala por su camión; a José Carlos Herrera por ser el auténtico artífice de esto; a todos los amigos de José Carlos que han venido con él; a los distintos hermanos soleanos que han participado de esto; a todas las personas que se han acercado a la casa parroquial; a todos vosotros por vuestro apoyo.

Ahora solo queda esperar al segundo reparto de este año. Ojalá todo salga tan bien como ahora.