Soledad. José Berenguel Escámez




José Berenguel Escámez, nació en Pechina (Almería), en el año 1914. Músico militar y compositor. Fue músico castrense en Gerona y director interino de la Banda del Regimiento de Nápoles nº 24 (Almería) desde 1951 hasta su disolución en 1962. Tres años más tarde, abandonó el ejército y se dedicó enteramente a la composición. Es autor de obras de estilos muy variados, habiendo compuesto obras de concierto, sinfonías, pasodobles, pasacalles, marchas procesionales, etc..., algunas de estas obras, obtuvieron bastante éxito y en total superan el millar. La modalidad que más nos interesa en esta ocasión es la marcha procesional; sobre ésta, podemos decir, que no fue hasta mediados de los años 80, cuando empezó a realizar composiciones para las imágenes almerienses, siendo un total de 12 marchas, al menos que se tenga conocimiento, las que realizó. En el año 1997, la Banda Municipal de Almería le ofreció al Maestro Berenguel un Concierto-homenaje en el Teatro Apolo. Murió en Abril del año 2005 a la edad de 91 años.



"Soledad" es una de las marchas compuestas por el Maestro Berenguel para la Semana Santa almeriense y, más particularmente, para la Hdad. de la Soledad. La casi totalidad de las marchas compuestas para Almería, son prácticamente desconocidas. Si bien, en el año 2004, la Agrupación de Hermandades y Cofradías, con su entonces presidente Manuel Martínez Ramírez a la cabeza, llevó a cabo una magnífica y loable iniciativa. Ésta, consistió en la realización de un concierto-grabación dedicado a marchas procesionales escritas para imágenes de Almería.



Se realizó el domingo 29 de febrero de 2004 en el Auditorio Maestro Padilla con la colaboración de distintas bandas de la provincia. La grabación de "Soledad" fue realizada por la Banda de Música Santa Cecilia de Sorbas, siendo la segunda de las tres marchas que ese día grabó esta banda. Esa mañana de domingo, como tantos otros días, la Banda de Música de Sorbas, salió a las 10 de la mañana desde su localidad con ilusión y ganas por hacer un buen trabajo, la ocasión lo merecía, aunque las condiciones no fueron del todo buenas por diversas circunstancias: el viaje, la espera de varias horas en el auditorio para que llegara el turno y las condiciones de grabación, ya que era un concierto-grabación, lo que en la práctica daba como resultado, que ni era un concierto propiamente dicho, ni era una grabación; primero, por la escasa afluencia de público (quizás en esto influyó el tremendo chaparrón que estuvo cayendo durante toda esa mañana en Almería) y segundo, porque las bandas empezaron a repetir algunas de sus marchas, para buscar una mejor interpretación de las mismas. Esto hizo que todo se fuera alargando, siendo las 3 de la tarde cuando la banda de Sorbas terminó la grabación de sus marchas; nos comimos un bocadillo, nos hicimos una foto para el recuerdo y nos volvimos a nuestro pueblo con la satisfacción de haber hecho todo lo que habíamos podido.



Centrándonos en la marcha que nos ocupa, hay que decir, que es, sin duda alguna, una de las más bonitas de las que compusiera el Maestro Berenguel. Tras una introducción de 8 compases, protagonizada en fuerte por los metales, empieza el 1er. tema en el que la madera expresa una suave melodía apoyada por unos repetitivos toques de trompeta. Esta melodía, deja paso a una llamada de trompas, trompetas y fliscornos a la que contestan trombones, bombardinos y tubas, para a continuación proseguir con la melodía de la madera. Después de repetir este 1er. tema, el autor se sirve de unos compases de transición protagonizados de nuevo por el metal, en un fuerte que da paso al 2º tema, donde de nuevo, es la madera la que nos presenta una melodía que más tarde prosigue el metal, ahora de forma más delicada. Terminada la exposición del 2º tema, el autor pasa directamente al 3º y último, de nuevo melodioso, en el que las flautas y requintos van haciendo un sobrecanto a la melodía, que interpretan clarinetes, oboes, saxofones altos y tenores. Para terminar, el tema se repite en un tono diferente y con un matiz de doble fuerte, y son ahora todas las voces 1as. de la madera a las que se unen las trompetas y fliscornos 1os., los que expresan la melodía, siendo bombardinos y saxofones tenores los que hacen, en esta ocasión, el contracanto, para concluir con una nota larga, casi al unísono, a modo de calderón.



Lamentablemente, la interpretación de esta marcha, al igual que la práctica totalidad de las marchas almerienses, es algo que podemos calificar de inexistente. Solamente se interpretan algunas de las marchas creadas en los últimos 3 o 4 años, y no, porque sean de mayor calidad que las compuestas con anterioridad, sino porque tienen otro "estilo", lo que últimamente viene calificándose como "marchas bullangueras". No obstante, hay honrosas excepciones que poco a poco, van dando lugar a cambiar algunos prejuicios existentes sobre las marchas almerienses. En este sentido, podríamos hablar de la marcha "En tu Cruz", del joven almeriense Álvaro Ceregido, grabada en el último disco de la Banda de Música de Sorbas y que está siendo conocida en toda Andalucía. "Mª Stma. del Consuelo", compuesta por Fco. Javier Alonso Delgado, un madrileño afincado en Sevilla, que el pasado año 2006 compuso esta marcha para la imagen almeriense del mismo nombre. "El Cristo de la Escucha", compuesta en el año 1955 por Eusebio Rivera Sánchez, que fuera director de la Banda Municipal de Almería entre los años 1941 y 1959, y que al igual que ocurre con "En tu Cruz", se está escuchando en muchos lugares gracias a la grabación realizada por la Banda de Sorbas. Y con total seguridad, puedo afirmar que ocurrirá lo mismo con otra marcha procesional compuesta por este último autor, también en el año 1955, titulada "El Cristo de la Buena Muerte" y que en esta cuaresma reestrenará la Banda de Música de Sorbas.



Ana Mª Ramírez Mañas

Secretaria, Profesora y Clarinetista

de la Banda de Música Santa Cecilia de Sorbas