El pasado 12 de mayo fue uno de los días que no olvidaremos en la Hermandad de la Soledad. El 75 aniversario de la Bendición de Ntra. Sra. de las Angustias, Titular Mariana de la Cofradía de Angustias, hermana de nuestra Corporación, y con cuyos hermanos nos unen tantos y tantos recuerdos imborrables, a los que el pasado sábado añadimos uno de ellos.
Para la ocasión, nuestra Hermandad ha cedido el paso de la Virgen de la Soledad al completo, que sirvió para portar a Ntra. Sra. de Angustias en su procesión de Alabanzas. Además se engalanaron las calles Tiendas y Virgen de la Soledad con mantones, gallardetes y banderolas para recibir a nuestra Corporación hermana.

A su paso por Santiago, la Hermandad ofreció una petalá de flores acompañadas de salves a la Virgen en forma de papelillos y así, la Virgen de las Angustias y Ntra. Sra. de los Dolores se encontraron por primera vez tras aquel lejano pero inolvidable 12 de septiembre de 1987. Para este momento tan especial, la Hermandad preparó un altar presidido por la Virgen de la Soledad frente a la puerta principal de Santiago. Tras las palabras de nuestro Consiliario, D. Francisco Escámez Mañas, se cantó una Salve a la Virgen. La Hermandad de las Angustias, nos hizo entonces entrega de una auténtica joya para la Virgen de la Soledad: un corazón atravesado por una espada de plata.

Sin duda vivimos un día histórico, y como orgullosos hermanos de los cofrades de Angustias sentimos la satisfacción del trabajo bien hecho por su Corporación, y siempre con el recuerdo eterno de los hermanos que se fueron, pero que estuvieron presentes en nuestro corazón y en nuestra memoria.