Así fue la apertura del LXXV aniversario


Ayer, sábado 9 de enero de 2016, fue un día grande para la hermandad de la Soledad puesto que dio comienzo oficialmente el LXXV aniversario de la bendición de la actual imagen de Nuestra Señora de los Dolores, allá por abril de 1941, tras la quema y destrucción de el patrimonio de la cofradía en la quema de conventos de 1936.

No podía comenzar de otra forma esta importantísima efeméride que con una Misa solemne de apertura del aniversario, oficiada por nuestro consiliario el M. I. Sr. D. Francisco J. Escámez Mañas y concelebrada por el sacerdote don Jesús Peregrín.


Con anterioridad, Nuestra Señora de los Dolores había abandonado la capilla de Santa Lucía y había ascendido hasta el altar mayor de la parroquia de Santiago para lucir imponente desde ese lugar como Mater Misericordiae durante este aniversario. El Discipulo Amado la miraba expectante desde el dintel de la capilla, delante de un cortinaje colocado para la ocasión.

La Virgen estaba ataviada con algunas de sus mejores galas. Portaba el manto y la saya de capilla, anteriores a la guerra civil; lucía la diadema de salida (de 1856) y el corazón de oro; una preciosa orquidea, que le fue donada hace poco tiempo, y una flor de lis; el Escudo de oro de la ciudad de Almería, impuesto en 1993; y un precioso Rosario de nacar y oro.


Con anterioridad a la Santa Eucaristía, se rezó a los pies de la Madre de Dios un santo Rosario. Y a las ocho de la tarde dio comienzo la Misa solemne, amenizada por el organista de la catedral de Almería.

Nuestro hermano mayor realizó una monición de entrada y diversos cargos de la junta de gobierno realizaron las lecturas, junto con algunos miembros de ECAS. La homilía de nuestro párroco y consiliario fue muy sentida y revestida de la importancia del momento que todos los hermanos estábamos viviendo. "Queridos hermanos: Los católicos miramos al pasado para bendecir a Dios por sus dones, para aprender las lecciones de quienes nos precedieron y orientar el futuro con fidelidad a Nº Señor. En la efeméride de hoy en realidad, más que un acto puntual de culto, conmemoramos la fortaleza de la fe de nuestros mayores, su tesón frente a la hostilidad. Nuestra sagrada historia nos hace comprender que hemos de buscar el máximo aprovechamiento espiritual de este año conmemorativo".


También es justo decir que la iglesia más antigua de Almería esta repleta de fieles, entre los que se intercalaban numerosos hermanos soleanos y miembros de otras corporaciones, a los que les agradecemos el gesto.