La caridad nunca para


Aunque la teoría dice que ha terminado el curso cofrade; aunque la mayoría de la gente se ha ido de vacaciones; y aunque muchos piensan que las hermandades aprovechan el verano para descansar, lo cierto es que una corporación no puede detener nunca su maquinaria. Y mucho menos cuando se refiere a uno de sus pilares básicos: la caridad.

Esta semana la hermandad de la Soledad vuelve a aportar su pequeño granito de arena para que los más desfavorecidos cuenten con algo de ayuda, con un pequeño desahogo en su día a día. Ejercemos la caridad, como buena parte de la Iglesia que somos.

Hoy miércoles se va a realizar la descarga de los 10739,64 kilos de alimentos que tenemos asignados dentro del plan europeo al que pertenecemos desde hace ya varios años. Aceite de oliva, alubias, arroz, cereales infantiles, atún, crema de verduras, galletas, garbanzos, judías verdes, leche de continuación, leche, pasta, potitos y tomate frito, serán los alimentos que, en distintas cantidades, van a recibir los feligreses de nuestra parroquia de Santiago que tienen una situación más desfavorecida (e un alto porcentaje nuestros vecinos del cerro de San Cristóbal). El jueves a partir de las cinco de la tarde en la casa de hermandad se distribuirán todos estos alimentos entre los fieles que están apuntados a este programa y que cumplen las condiciones que nos marca la Unión Europea.

Si alguien quiere acercarse a echar una mano en el reparto, que no lo dude. Será bienvenido.