Esta mañana se pone una piedra más en esta reciente tradición, como es la de que nuestros hermanos rocieros visiten con su Simpecado a Nuestra Señora de los Dolores antes de partir hacia la aldea almonteña.
Agradecemos de corazón a nuestra corporación hermana que le canten a la Virgen, que nos deleiten con su alegría y que se acuerden de nosotros antes de comenzar su camino.