Crónica del segundo Viernes de la Soledad


El pasado viernes se cerró una nueva edición del ciclo de conferencias "Viernes de la Soledad", que la hermandad organiza desde 1993. En esta ocasión, la última de las conferencias corrió a cargo de Pedro J. Martínez Huete, investigador y antiguo hermano mayor del Encuentro, que nos ofreció la interesantísima charla "Antecedentes históricos de una reorganización, para su 75.º aniversario de la hermandad de la Soledad".


Pasados unos minutos de las nueve de la noche, en uno de los salones del Nuevo Hotel Torreluz comenzó la charla ante unos cuarenta hermanos, fieles y devotos que querían conocer más datos de la historia de la hermandad de la Soledad. Una breve presentación del invitado por parte de nuestro teniente de hermano mayor, Luis Criado, dio paso a la investigación.


Pedro J. Martínez Huete estructuró su intervención en cinco partes. La primera estuvo dedicada a los septenario en honor a Nuestra Señora de los Dolores en los años 20 y 30, destacando que no dejaron de celebrarse con solemnidad ni siquiera en los años republicanos, siendo el último en 1936, meses antes de la destrucción del patrimonio. Destacó el dato que de en 1924 este culto se celebró en la iglesia de San Sebatián por obras en la capilla de Santa Lucía: se realizó un impresionante traslado de ida y vuelta.

La segunda parte se dedicó a las procesiones del Viernes Santo hasta 1931, última vez que se organizó. Se repasó la evolución de las pobres procesiones de principios de los 20, hasta ir reformando los pasos, el ajuar, las túnicas, la iluminación, etc., que dieron una gran majestuosidad. Como curiosidad, un año salió la Virgen con una corona de luces, varios fueron los años que se integró un tercio de romanos, otros años acompañaba María Magdalena y la Santa Cruz, etc.

La tercera parte se centró en las distintas formas que realizó la hermandad para recaudar fondos. Destacaron las rifas, sorteos, peticiones, obras teatrales, certámenes líricos, etc.

Tras esta, se centró el conferenciante en el martirio de nuestro consiliario don Carmelo Coronel Jiménez, que fue asesinado en el pozo de la Lagarta en 1936, junto con otros tantos cofrades y sacerdotes.

Para finalizar, se explicó cómo el 7 de enero de 1940 (solo unos meses después del fin de la guerra y todavía sin imagen titular) se reorganiza la hermandad, cómo se organizaron cultos en la iglesia del Sagrado Corazón junto a la Congregación de la Buena Muerte y cómo se encargó al imaginero Pascual Ortells la nueva talla mariana de la hermandad.

Después de esta interesantísima conferencia, se produjo un intenso debate de más de media hora donde distintos hermanos e investigadores allí reunidos fueron aportando más datos sobre estas dos décadas de historia de la hermandad decana de Almería. No obstante, ya son doscientos cuarenta y tres años los que nos contemplan.