JESÚS, gracias por tantas cosas buenas que me has concedido en este 2013 que termina. Y gracias también por las cruces, que no han faltado y que me unen más a Ti. Te pido perdón por las veces que he preferido seguir las indicaciones torcidas del Maligno, en lugar detenerte como mi único Camino, mi Verdad y mi Vida. A pesar de mi debilidad, Tú sabes que te quiero.