Muchas cosas hay que destacar de esta recién terminada Semana Santa; muchas novedades y alegrías. Sin embargo, lo más importante, por lo que más se ha de sentir orgullosa la Junta de Gobierno, es que la semilla que se plantó hace unos tres años y que se ha ido cuidando y regando está comenzando a dar sus frutos. Y esa semilla no es otra que nuestros hermanos feligreses del cerro de San Cristóbal.
La constante ayuda, el cariño hacia ellos, los reparto de alimentos han hecho mella y a algunos les ha hecho acercarse a la Hermandad y a Santiago. Niños y niñas del cerro formaban del grupo de los más pequeños, algunos mayores nos acompañaron en las filas con cirios portando, e incluso algún que otro costalero bajó también de allí.
Pero lo mejor se reservó para la mañana del Sábado de Pasión, cuando al comienzo del desmontaje una decena de vecinos del cerro se acercaron a Santiago para participar en el desmontaje de los pasos. A todos se nos dibujó una enorme sonrisa de alegría en la cara.
Mil gracias a Cristo Resucitado y a Su Santísima Madre de los Dolores por permitir a nuestros vecinos acercarse a Ti.
