El hijo de Zebedeo


Señor Jesús, que nos diste como mandamiento nuevo el amor, te pedimos que, a ejemplo de san Juan Evangelista, tu discípulo amado, te amemos sin temor e incondicionalmente, aun cuando por ser tus discípulos el mundo nos persiga y condene.

Te lo pedimos a Ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos.