¿Para qué ir a la Cruz?

Para averiguar dónde están colocados los dos preciosos nazarenos que las sabias manos de doña María Arrufat hicieron hace muchos años.

Para saber de quién es ese cuadro de la Virgen que ha estado presente en todas y cada una de las ediciones de la Cruz de Mayo de la Soledad.

Para aclarar quién es el que se comió en tres ocasiones el plato de aceitunas que está decorando la Cruz.

Para contar cuántos donativos han dado ya para la adquisición de un retablo cerámico con la imagen de la Virgen.

Para investigar de quién es el precioso marquito con una fotografía antigua de la Virgen que se encuentra encima de la mesita.

Para encontrar la plancha que tiene que quitar la cera de la túnica que hay encima de la mecedora.

Para hallar qué diferencias existen entre este fin de semana y el anterior.

Para inspeccionar si es mejor la tapa de morcilla o la de chistorra, o la de sobrasada con queso o la de bacalao ahumado.