Este año 2007, se ha recuperado una tradición muy querida en todo el
barrio y que, por diversos motivos, no venía celebrándose en los años
anteriores. Es el sentido Vía Crucis que se realiza con el Cristo de la
Parroquia al tan emblemático cerro de San Cristóbal.
Este Cristo, que se puede observar en nuestra Sede Canónica, es un
Crucificado de escayola que se halla en la Iglesia de Santiago, y que
cuenta con numerosos fieles. Como anécdota, podemos reseñar que en los
años 1982 y 1983 fue la imagen que procesionó con la naciente Hermandad
Juvenil del Santo Cristo del Perdón, que en esos años compartió nuestra
Sede Canónica.
Fue en una de las charlas formativas que nos ofrece nuestro Consiliario, don Francisco, en las que se volvió a encender la llama de recuperar este Vía Crucis. Don Francisco pidió a la Hermandad de la Soledad que se encargara de organizarlo.
Se eligió, como era costumbre, realizarlo el viernes anterior al Viernes
de Dolores, y así se hizo. Numerosos fieles y devotos acompañaron por
el barrio a Nuestro Padre, mientras se realizaban las distintas
estaciones del Vía Crucis. Todo el que quiso pudo portar la imagen y
realizar así su propia penitencia.
Definitivamente, un gran acierto realizarlo: la imagen, el barrio, el
marco incomparable, el sentir de la gente, la oración... Todo contribuyó
a que el resultado fuese, sencillamente, perfecto.


